Confinamiento soñando con la naturaleza
Dicen que nuestra vida va a cambiar. En Baúl de Algodón así lo creemos, ¿cómo? Creemos, que dándole más valor a la vida. Así, valoraremos más nuestro entorno. ¿He dicho nuestro entorno? Ahora, me doy cuenta, que esta palabra tiene una dimensión muy grande, pero pensemos en la naturaleza que nos rodea.
¿No es acaso en lo que la mayoría piensa? Ir al monte, a la playa, o a cualquier lugar donde poder contemplar lugares bonitos, con vida y lejos de las cuatro paredes, donde estamos confinados. Porque este confinamiento, hace que estemos soñando con la naturaleza, con salir un día de este aislamiento y poder respirar aire sin tener que volver rápidamente a casa.
Nos hemos desacelerado, hemos bajado del ritmo y estamos viendo en las noticias como la vida vuelve a lugares donde hace años estaba oscuro, sucio y contaminado. Nos cuentan que en Venecia se han visto delfines y en Punyab (India) han visto las cumbres del Himalaya. ¿No es maravilloso? La Naturaleza tiene mucha capacidad de recuperación y deberíamos pensar en hacer una vuelta más pausada, lenta. ¿Porqué, acelerarnos de esas maneras tan locas, tal como era antes? ¿Volveremos a contaminar como antes?
El día 22 de Abril se celebra el día internacional de la Madre Tierra. Este día fue proclamado oficial por las Naciones Unidas en 2009. La acción climática será el tema para este año. Según Kathleen Rogers, presidente de la Earth Day Network “el cambio climático representa el mayor desafío para el futuro de la humanidad y los sistemas que hacen que nuestro mundo sea habitable”. Aprovechemos este encierro para reflexionar sobre ello y ver de qué manera vamos a actuar cuando esto acabe.
Todos sabemos que los problemas del cambio climático no van a cambiar por estar reflexionando unos días, pero si ponemos la intención y la atención en ello, este confinamiento no habrá sido de balde.
Soñemos con un medio ambiente, limpio, sin contaminación y con deseos de cuidarlo. En Baúl de Algodón nos comprometemos a ello. Nuestro tejido algodón orgánico, como sabéis, no contamina, ni en su cultivo ni en el proceso de elaboración de las prendas. Estamos orgullosos de comercializar esta ropa tan natural.
¿Tú, también sueñas con el final del “confi”? Cuéntame que ideas tienes para ese después.
Totalmente de acuerdo. Es increíble (pero cierto) ver como en tan sólo un mes de confinamiento, el resto de la vida en la tierra haya vuelto a brillar con luz propia. Habrá mucha gente que no saque nada en conclusión de este, pero confío en que muchos otros sí lo haremos. Cuando acabe el confinamiento, seguiré en mi línea de separar mis residuos para asegurarme la reutilización de los productos/materiales reutilizables, pero además me he propuesto vivir de manera que mi paso fuera sea lo menos impactante posible. Somos una sociedad consumista y volveremos a serlo, pero pienso que un poco de responsabilidad podemos lograr, sino revertir el cambio climático, sí frenarlo.
Creo que la mayoría ya estamos siendo conscientes del daño que hacemos al planeta y por consiguiente a nosotros. Dicen que no hay mal que por bien no venga, y así lo creo. Este confinamiento nos ha enseñado que los cielos de las ciudades se pueden ver, aunque haya contaminación lumínica, que los animales pueden volver a lugares donde antes estuvieron y que las personas con problemas respiratorios pueden estar más sanos. Sé que volveremos a contaminar pero cuando alguien plantee una nueva empresa será mas sostenible, porque ya estamos educándonos, esto no es solo cosa de ecologistas y así será a todos los niveles.
Gracias Eva por tu comentario, un abrazo.